Los relojes de Franck Muller son manufacturados enteramente en su fábrica localizada en Les Bois, en el cantón del Jura (Suiza). El arte y el talento que hay detrás de la esfera de un guardatiempos de Franck Muller es increíble, como lo demuestra que cada esfera tiene 20 capas de laca y requiere de un periodo de secado de una hora por cada capa.
Su emblemática explosión del sol que hace reconocible a la marca también lleva mucho talento detrás, y los números pintados a mano con Luminova culminan la obra de arte. Pero no hablemos más, lo mejor es que veáis el siguiente vídeo: