El Duomètre Sphérotourbillon de Jaeger-LeCoultre es una pieza inédita que reconcilia prestaciones técnicas sin igual, elegancia y complicación, respondiendo a las expectativas de los apasionados y de los coleccionistas más exigentes.
Cuando paralelamente a otras innovaciones Jaeger-LeCoultre ideaba un nuevo movimiento de cronógrafo que permitiera conservar la misma precisión independientemente de que la función cronógrafo estuviera activada o no, los relojeros no se imaginaron que crearían un nuevo concepto de movimiento relojero, el que resultó tan innovador que abrió el camino a funciones inéditas dando vida a la línea Duomètre.
El concepto Dual-Wing consta de dos mecanismos autónomos, cada uno con su propia fuente de energía, compartiendo un órgano regulador común. Gracias a este ingenioso principio de base nació el primer cronógrafo que conserva la precisión en todo momento, ya sea durante el funcionamiento o durante la parada del crono, siendo el primer reloj con un calendario que se puede ajustar con una precisión de 1/6 de segundo y la primera gran sonería que reproduce fielmente la melodía del Big Ben.
La disposición de las visualizaciones sobre la esfera es otra particularidad de la línea Duomètre, en la que se refleja la arquitectura bicéfala del concepto Dual-Wing. La visualización de las horas descentradas sobre el eje 3h-9h, la doble indicación de las reservas de marcha, las agujas de dos colores distintivos y el acabado plateado graneado, son algunos de los tantos detalles que le confieren a todos y a cada uno de los modelos Duomètre una estética única y una fuerte identidad.
La precisión, piedra angular del concepto Dual-Wing, fue la clave que guió a los relojeros de Jaeger-LeCoultre durante la realización del trabajo de reflexión que condujo a la creación del Duomètre Sphérotourbillon. De hecho, este reloj goza del mérito de ser el primer reloj tourbillon que puede ajustarse con una precisión de un segundo. Pero, ¿para qué sirve la precisión si ésta no puede mostrarse?
Son muy raros los tourbillones que presentan una visualización tan legible de los segundos en un contador dedicado especialmente para ellos. Son mucho más raros aún aquellos que permiten parar los segundos. Pero hasta el día de hoy ninguno permitía parar la aguja de los segundos y hacerla volver a cero para efectuar un ajuste ultra preciso de la hora.
El uso del concepto Dual-Wing permitió que los relojeros de Jaeger-LeCoultre crearan el primer tourbillon que puede ser ajustado con precisión. El pulsador situado a las 2h permite la vuelta a cero del segundero pequeño situado bajo el tourbillon, gracias al principio de la vuelta al vuelo (flyback).
La particularidad de la vuelta al vuelo es que no detiene el funcionamiento del órgano regulador. A demanda, el segundero pequeño se posiciona sobre el cero continuando inmediatamente su frenética carrera. ¿El resultado? El reloj conserva su máxima precisión incluso durante el ajuste de la hora.
Más allá de su ejemplar fiabilidad, el tourbillon del reloj Sphérotourbillon constituye la característica principal de esta cuarta pieza de excepción de la línea Duomètre. Imaginado para los relojes de bolsillo, el tourbillon tradicional no permite compensar los efectos de la gravedad en todas las posiciones. Sólo con la inserción de un eje de rotación suplementario se obtiene un movimiento de rotación tridimensional y, por ende, llega a mostrarse absolutamente eficaz en cualquiera de las muchas posiciones que un reloj puede tomar en la muñeca de una persona.
El tourbillon ofrece un espectáculo fascinante a través de la esfera calada cuando efectúa un movimiento de rotación totalmente inhabitual. Además de la revolución en torno al eje de su jaula de titanio, el tourbillon gira alrededor de un segundo eje, con 20° de inclinación. La combinación de estas dos rotaciones distintas y rápidas (30 y 15 segundos respectivamente) permite liberar al reloj de los perniciosos efectos de la gravedad terrestre.
La espiral cilíndrica, con sus dos curvas terminales, palpita concéntricamente de una forma totalmente imposible de obtener con una espiral tradicional. El volante, de generosa inercia, oscila con un ritmo de 21.600 alternancias por hora. El portapitón está protegido contra los efectos de los golpes y de las vibraciones a los que un reloj está sometido, gracias a un sistema especial de bloqueo de tornillos.
Para el placer de las miradas, un fondo de cristal de zafiro transparente permite descubrir en el dorso del reloj su hermosa decoración y contemplar el funcionamiento del calibre Jaeger-LeCoultre 382 ensamblado y decorado a mano.
Características técnicas:
- Movimiento mecánico de carga manual.
- Calibre Jaeger-LeCoultre 382, fabricado, ensamblado y decorado a mano, puentes y platina de alpaca.
- Dos barriletes.
- 50 horas de reserva de marcha.
- 460 piezas.
- 55 rubíes.
- 10,45 mm de altura.
- 33,70 mm de diámetro.
- Jaula de tourbillon: titanio grado 5.
- Velocidad de rotación total : 30 segundos para una revolución completa.
- Dos movimientos combinados. Velocidad de rotación del eje de la jaula: 15 segundos para una revolución completa. Velocidad de rotación de la jaula: 30 segundos para una revolución completa.
- Inclinación de la jaula: 20°
- Diámetro de la jaula: 11,50 mm.
- Masa de la jaula: 0,518 gramos.
- Volante de oro de 14 quilates con cabezas perdidas de regulación excéntricas.
- 21.600 alternancias por hora.
- Espiral cilíndrica.
- Esfera graneada cristalina, piezas aplicadas de oro de 18 quilates.
- Funciones: horas (huso de viaje), minutos y segundero pequeño con vuelta al vuelo, reservas de marcha (indicaciones y movimiento), fecha por aguja, huso de referencia en 24 horas y Sphérotourbillon.
- Agujas horas y minutos tipo “hoja“. Segundero pequeño con bastón con contrapeso en forma de pera, acero azulado.
- Coronas : una corona para el armado del reloj, la puesta en hora (huso de viaje), el ajuste de la fecha y del huso de referencia; un pulsador a las 2 horas para activar el mecanismo de vuelta al vuelo del segundero pequeño.
- Caja de oro rosa de 18 quilates de 42 mm de diámetro con acabado pulido y satinado.
- Cristales de zafiro curvados, dureza N° 9, tratamiento antirreflectante sobre el anverso y el fondo.
- Hermético hasta 50 metros.
- Brazalete de piel de aligátor cosida a mano, hebilla de hebijón de oro rosa de 18 quilates