En 1947, Francia inauguró una serie de misiones de exploración del Ártico y del Antártico bajo la responsabilidad del científico Paul-Emile Victor. Esas expediciones reunían a geólogos, especialistas en geodesia, meteorólogos, físicos, biólogos, geógrafos y glaciólogos con el fin de descubrir, estudiar y entender los polos. Además del considerable material requerido para la exploración de regiones tan inhóspitas, las primeras misiones de Paul-Emile Victor se llevaron también cuatro cronómetros de a bordo Longines y quince relojes de pulsera Longines, entonces necesarios para la determinación del punto astronómico.
En honor a aquellas misiones de exploración, la marca relojera reedita el reloj llevado por los científicos de las Expéditions Polaires Françaises – Missions Paul-Emile Victor que se fueron a explorar Groenlandia y la Tierra Adelia.
Esas misiones requerían un material considerable para afrontar las rudas condiciones de estas austeras comarcas. La expedición salida de Europa en mayo de 1948 se llevó, por ejemplo, siete vehículos anfibios, dos aviones “Dakota”, tractores, remolques-laboratorios, un vehículo meteorológico, tiendas, trineos y el cargamento de treinta camiones. Para este viaje de exploración, los científicos se llevaron también cuatro cronómetros Longines, de los cuales tres estaban regulados al tiempo civil y el último al tiempo sideral. Quince miembros de la expedición llevaron un reloj de pulsera Longines de acero inoxidable.
Esos instrumentos de medida del tiempo estaban destinados, ante todo, a las operaciones de determinación del punto astronómico y por tanto de la posición; estos relojes permitieron también el establecimiento de cálculos geodésicos precisos. Los informes de evaluación de esos relojes, establecidos por los científicos que los utilizaron, ponen de manifiesto el papel central jugado por los instrumentos de medida del tiempo, en el marco de una misión en los confines del globo.
La pieza Longines que llevaban los miembros de las Expéditions Polaires Françaises – Missions Paul-Emile Victor era un reloj de pulsera de acero inoxidable con segundero central. La visualización central de la carrera de los segundos, todavía escasa en los años 40, parece responder a imperativos de legibilidad que el material luminiscente aplicado en los índices, cifras y agujas confirma. El calibre Longines 12.68N que equipaba este reloj estaba además dotado de un amortiguador de choque diferente de los que se utilizaban en la producción corriente, característica destinada a preservar el reloj de sacudidas a las cuales pudiera enfrentarse.
El reloj Longines Expéditions Polaires Françaises – Missions Paul-Emile Victor se inspira muy fielmente en el instrumento llevado en la época por geólogos, especialistas en geodesia, meteorólogos, físicos, biólogos, geógrafos y glaciólogos o también los cineastas que tomaron parte en las expediciones. Dotado de un movimiento mecánico de carga automática, tiene la fecha a las 3 horas en una esfera plateada, adornada con índices y cifras árabes recubiertos de Super-LumiNova, al igual que sus agujas. Viene con una correa de piel de aligátor de color marrón o de cuero negro, a elegir. Además, tiene un grabado en el fondo de su caja de acero inoxidable que recuerda los dos destinos opuestos (Ártico, Groenlandia y Antártico, Tierra Adelia) de aquellos periplos de exploración del mundo.