Leemos en Tribune de Géneve que Villemont, la pequeña empresa relojera de 14 empleados afincada en Ginebra, ha sido víctima de la crisis económica mundial que estamos viviendo y se ha visto obligada a declarar la quiebra y a cerrar. Parece que una oleada de cancelaciones de pedidos procedentes de Asía y Europa del Este ha sido la causante de una bancarrota que hacía tiempo ya se comentaba porque durante el año 2008 sólo pudo vender 311 relojes por un valor de 2,4 millones de francos suizos. Toda una pena porque tenía algunas creaciones de gran belleza estética y técnica.