La policía israelí ha resuelto el enigma del robo al Museo Mayer Memorial de arte islámico de Jerusalem que tuvo como resultado la desaparición de más de 100 relojes hace 25 años. Cometido en abril de 1983, no fue hasta 2006 cuando una abogada de Tel Aviv intentó vender al Museo Mayer Memorial de arte islámico parte de los relojes que habían sido sustraídos con anterioridad. El museo no informó a la policía y al final consiguió recuperar cuarenta relojes por una cantidad no conocida.
Esta transacción puso en alerta a los cuerpos de seguridad del estado de Israel, que en noviembre de 2007 descubrieron que Nééman Lidor, un famoso atracador de los años setenta, guardaba parte del botín del famoso robo. Al final, la policia supo que Lidor tenía una caja fuerte en Holanda con 13 relojes, entre los que se encontraba el famoso Breguet de María Antonieta. Lidor falleció hace cuatro años en los Estados Unidos y se sabe que la abogada que negoció la devolución de los relojes al Museo de arte islámico de Jerusalem hace dos años representaba a la viuda de Nééman. Desgraciadamente, todavía continúan 47 relojes desaparecidos y no se sabe muy bien dónde están.
Respecto al famoso reloj de María Antonieta, la historia cuenta que la reina de Francia encargó a Abraham-Louis Breguet el reloj de bolsillo más complejo del mundo y que incorporase todas las complicaciones relojeras conocidas hasta ese momento. El presupuesto del gran relojero suizo de Neuchâtel era ilimitado y el proyecto duró tanto (se acabó en 1827) que al final el célebre Breguet número 160 nunca fue visto por la reina María Antonieta, ya que todos sabemos que acabó sus días en la guillotina junto a su marido el rey Luis XVI en 1793, 34 años antes de que fuera acabado el reloj y 44 años después de su pedido.
En 2005, Nicolas G. Hayek, máximo responsable del Grupo Swatch, se propuso hacer una copia perfecta del Breguet 160 de María Antonieta. Presentado en la feria de Basilea de este año, el reloj iba dentro de una caja elaborada con madera del árbol preferido de María Antonieta, talado en el parque del Palacio de Versalles. Aunque Hayek se prestó a comprar el árbol, el estado francés le regaló la madera, pero a cambio el Grupo Swatch financió la restauración del Petit Trianon, el palacete favorito de la reina en Versalles.
El movimiento de carga automática integra 823 componentes con las pletinas, los puentes, los engranajes, etc. fabricados en oro rosa de 18 quilates. Los tornillos son de acero azul pulido y los puntos de fricción, agujeros y niveles están engastados con zafiros. El mecanismo está provisto de un tipo particular de escape de palancas naturales, de un espiral cilíndrico de oro y de un volante bimetálico. El dispositivo de protección contra golpes y sacudidas protege al eje del volante y a los árboles de la masa de carga.
Las funciones de esta réplica del Breguet de María Antonieta incluyen repetición de minutos sonando a voluntad en las horas, cuartos y minutos, calendario perpetuo con fecha, día y mes, ecuación de tiempo, horas saltantes, reserva de marcha y termómetro bimetálico.